¡Ya era hora!


Han tenido que pasar meses para que Ancelotti haga justicia, entiéndase justicia como cordura. El italiano ha terminado rindiéndose a la razón y dándole minutos a Yuri Zhirkov, y es que si la suplencia del carrilero ruso no se podría considerar injusta -dado que no había hecho ningún merito con el Chelsea- si se podía considerar poco razonable.

Uno de los motivos para alinear a Zhirkov es su indudable calidad técnica, capacidad de desborde y polivalencia. Estoy de acuerdo con Carlo Ancelotti en que hoy por hoy Ashley Cole es el dueño del lateral zurdo de los blues, pero al menos podría haber comenzado la temporada usándolo de refresco para Malouda, y de paso aprovechar que el ruso puede jugar en varias posiciones, y en todas hacerlo bien. Otro debate sería el duelo entre Malouda y Zhirkov, me he encontrado con diferentes opiniones: los hay que prefieren a Malouda por ser eminentemente ofensivo, y los hay que prefieren a Zhirkov por implicarse más en el juego colectivo y ser más completo. Mi opinión es que Zhirkov puede aportar tanto en ataque como en defensa cosas que el francés no puede ni soñar, y no porque no tenga suficiente calidad. Hay tres jugadores para dos puestos, y uno de ellos puede usarse de comodín para cubrir ambos, tres cracks que no pueden ser titulares simultánemente. Lástima que no hayamos podido disfrutar de Zhirkov en el Barça, ahí anduvieron lentos los culés, más les vale andar igual de lentos en el tema Robinho.

Otro motivo para darle minutos a Zhirkov son los aproximádamente 21 millones de euros que costó. Sabemos que a papá Roman le sobran los billetes morados pero no se si tanto como para sentarlos en el banquillo, sobre todo después del fiasco de Shevchenko.


En definitiva, Rusia está de moda, por mucho que no se hayan clasificado para el Mundial. Hace bien Ancelotti en darle minutos a Yuri Zhirkov porque tiene características plenas para triunfar en la Premier League, y si no que mire el caso de Arshavin.

Pon un ruso en tu vida, pon a Zhirkov en tu alineación.

Woody Allen estaría orgulloso


'Veo el futuro negro', frase de Pep Guardiola, nunca pudo ser más certero.

La presencia de Xabi Alonso en la debacle del Liverpool.

Una jornada en la que pierden todos los aspirantes al título.

Un equipo como el Manchester City, que gasta un dineral y no da pie con bola.

Una Europa League llena de equipazos, algo que no venía siendo habitual.

Y muchas más incongruencias y situaciones kafkianas en los últimos tiempos, tiempos en los que no he escrito y pido perdón -aunque creo que os importa bien poco-, pero a veces uno no anda con ganas de escribir nada, aunque tenga tema sobre el que hacerlo.

En este tiempo me he hecho fan de Woody Allen, y creo que el fútbol actual bien merecería una película de este genio. En particular Anfield podría ser un escenario para el rodaje, porque no pueden darse cita más situaciones desagradables en tan poco tiempo -esto daría para una película de Francis Ford Coppola o Stanley Kubric-.

En este corto texto no eximo de culpa a Rafa Benítez, pero reparto la responsabilidad entre el técnico y los jugadores. De acuerdo que Benítez ha metido la pata una y otra vez fichando, pero los petardazos reds no están justificados con una plantilla en la que juegan tipos como Glen Johnson, Carragher, Agger, Skrtel, Reina o Mascherano. Siempre se van de rositas, pero esta vez no, los jugadores no tienen por qué estar al margen de responsabilidades, a no ser que a cierto sector de la prensa le interese crear debate en torno a Benítez.

¿You'll never walk alone? Por supuesto, pero este lema no debe ser usado nunca, repito NUNCA, como escudo para protegerse de las culpas que uno mismo debe asumir. Animar al equipo ante todo, apoyarlo siempre, pero exigir que las cosas se hagan como se deben de hacer. Esa es la diferencia entre un equipo campeón como el Liverpool y uno perdedor como el Betis, la diferencia entre una gran afición como la del Liverpool y una afición aborregada como la del Betis, la diferencia entre el You'll never walk alone y el manquepierda.