El más amado y odiado.

Se trata de Steven Gerrard, el gran capitán el Liverpool. Entre los reds todos le profesamos devoción tantos por motivos meramente deportivos como por motivos extradeportivos, y estos días su figura se ha visto ensuciada por los famosos incidentes ocurridos en Southport.
No seré yo quien salga a defender la violencia ni mucho menos y además intento ser lo mas objetivo posible pero me parece que en este tema se están sacando los pies del plato por parte de todo el mundo. No se puede juzgar a una persona por una pelea sin saber por qué ni como sucedió y mucho menos cuando todos alguna vez hemos tenido algún incidente.
¿Que un futbolista no debe estar a las dos y media de la mañana en un pub? Por supuesto y por ello se le debe de juzgar, no por estar metido de por medio en una pelea entre una persona contra cinco, porque iba con cinco personas más pero siempre es mas fácil denunciar al futbolista y así sacar mas tajada.
Soy de la opinión de que Benítez debería ponerle una multa ejemplar porque siendo el capitán no puede hacer estas cosas, lo digo por lo de estar a las 2:30 en el pub. ¿Que hubiera pasado si el futbolista no fuera Steven Gerrard? Pues sería uno mas de los futbolistas que se han visto envueltos en reyertas pero como Steven siempre ha tenido un comportamiento modélico sorprende oir esto. Siempre estamos hablando de lo bueno que es Gerrard, de que es el mejor capitán del mundo, que siempre da la cara, etc... pero nunca nos acordamos de que después de todo es una persona y tiene derecho a provocar o caer en provocaciones porque todos lo hacemos o lo hemos hecho.

Por favor, no seamos hipócritas.

Y de camino aclarar que no he escrito estos días por no estar en casa, pero no por ello he dejado de seguir la Premier.