Había una vez un circo llamado Blackburn.

Cuando este verano llegó a mis oidos el fichaje de Paul Ince por el Blackburn ya me sonó descabellado, y el tiempo me ha acabado dando la razón. Cuando a un equipo se le marcha un mánager tan importante como Mark Hugues no queda mas remedio que buscar un sustituto de garantías, y para mi un técnico que viene del MK Dons no es una garantía.

Para no parecer oportunista (por que odio el oportunismo) voy a razonar lo dicho.
Como argumenté en el último programa de "Dios salve a la Premier!" soy de los que piensan que el éxito en el fútbol se basa en dos factores: lo deportivo y lo institucional.
En lo deportivo la crisis es innegable, el equipo viene de una magnífica temporada donde estuvieron luchando por Europa hasta el final, haciendo un buen fútbol y haciendo despuntar a jugadores como Santa Cruz o David Bentley. Esta temporada van penúltimos, son un equipo sin argumentos, sin muchos jugadores que demuestren su calidad, sin capacidad de reacción y con un planteamiento totalmente plano.
Y en lo institucional es donde se encuentra el verdadero problema. Si al equipo lo dirigen unos incompetentes los resultados se veran afectados por esto. La planificación de la temporada viene cogida con alfileres habiéndose vendido a un estandarte como Bentley y sin apenas refuerzos de calidad. Algunos fichajes (que no refuerzos) son los Keith Andrews, Grella o el mismo Paul Ince, y lo peor de todo es que ante una situación de crisis no hay respuesta en forma de jugadores que aporten cosas al equipo. Síntomas de un equipo en descomposición.

Siento no poder extenderme mucho mas, pero por motivos de exámenes esta semana y la que viene no dispongo de mucho tiempo. Aún así he intentado resumir en pocas líneas los problemas del Blackburn, sobre todo para aquellos que no sigan mucho la Premier.